jueves, 28 de febrero de 2013

Unas normas básicas para la montaña.

Papa y yo hicimos bastantes excursiones por alta montaña cuando aún no teníamos nenes. Y cuando Nene tenía diez meses nos atrevimos a hacer de nuevo una excursión.

Lo cierto es que, aunque las normas no difieren mucho de niños a adultos, cuando vamos con niños hemos de extremar las precauciones.

Lo que viene a continuación es una serie de normas básicas a tener en cuenta cuando hacemos montaña con niños.

Bien equipados y avituallados podéis ir a todas partes.


Antes de salir.
  • Enteraos bien del tiempo que va a hacer. Esto no quiere decir que si va a llover o nieva no podáis salir (hasta el día de hoy, los niños no encogen con el agua). El parte metereológico es fundamental para que te equipes correctamente, así podréis ir bien protegidos y no os encontraréis imprevistos.
  • Revisad bien vuestro equipo. Aseguraos de que todo está como tiene que estar (botas, mochilas, materiales... y lo que se os ocurra). Evitaréis sorpresas desagradables.
  • El recorrido. Estudiadlo con pelos y señales antes de salir de casa. Consultad blogs, guías, mapas, planos... ¡al vecino del quinto! Lo que sea... pero conoced el sitio donde vais antes de hacer la travesía. Evitaréis sorpresas y problemas.
  • El móvil. Aseguraos de que está cargado al cien por cien. En la montaña no hay cobertura, pero en caso de emergencia podréis llamar al 112.
  • Avisad a algún conocido del recorrido que tenéis pensado hacer, de a qué hora vais a salir y a qué hora tenéis previsto volver. Así, si pasa algo y no podéis avisar, habrá quien lo pueda hacer en vuestro lugar. Eso sí, no seáis malos y tan pronto como hayáis vuelto a la civilización, llamadle, o le daréis el susto de su vida.

La mochila de avituallamiento.
  • Ropa. Pensad que hay que ir con lo siguiente: una camiseta de manga corta, una de manga larga, un polar y un chubasquero. Esto es imprescindible. Luego podéis ampliar dependiendo de la época del año, pero incluso con buen tiempo es obligatorio ir con todo esto. Os permitirá iros tapando o destapando según las circunstancias.
  • Comida. A parte de la comida que llevéis para pasar el día o el rato (depende de la excursión que tengáis planeada) llevad chocolate, frutos secos... cualquier cosa que ocupe poco y sea muy, muy calórica y podáis dividir con facilidad. Lo ideal sería que llevaseis una reserva para veinticuatro horas y que podáis racionar en caso de extrema necesidad (que aguantaseis un par de días pasando hambre sin moriros, vaya). Vale todo tipo de guarrerías... que a los nenes les encantan.
  • Agua. Llevad siempre agua, mucha agua. Llevad cantimploras que podáis rellenar. La mayoría de travesías discurren al lado de un río o van a parar a algún sitio donde hay agua. Si lleváis una cantimplora, podréis rellenarla (ojo, mucha cautela según donde lo hagáis, ya que si es una zona donde hay muchos animales el agua puede estar contaminada por las heces). Rellenad las cantimploras siempre en sitios donde el agua esté en movimiento.
  • Plano y brújula. Imprescindible. Llevad un muy buen plano de la zona en el que salgan detallados hasta los charcos del chuviasco de ayer, por favor. Y una brújula por si os perdéis podáis coger referencias. Un plano bueno cuesta entre diez y quince euros... y con él podréis hacer infinidad de excursiones en la misma zona. Vale la pena con creces la inversión.
  • Si tienes un bebé alimentado con L.A. Lleva agua y leche para dos días... venden unos dosificadores muy chulos para los polvos y te quitarás de encima muchas angustias.... añadirás peso, pero la tranquilidad que tendrás lo compensa. Si tienes un bebé alimentado con L.M. no te has de preocupar, ya que lo llevas encima (otra ventaja más de la lactancia materna).
  • Llevad bolsas para recoger la basura que generéis. Sí, todos generamos basura. El papel de plata de los bocatas, si sois fumadores la colilla del cigarrito, las latas de bebida que subamos... no seáis marranos. Llevad una bolsa e id metiendo todos los desechos que generéis. Y si fumáis, ¡no se os ocurra meter la colilla debajo de una piedra! pensad que eso tarda más de cien años en desaparecer.

La mochila del bebé.
Al bichejo de turno en cuestión lo tendréis que llevar a cuestas, así que ponemos también recomendaciones para su bienestar.
  • Asegúrate de que no le da el sol en la cabeza. Ponle una gorra, agenciate un toldito... y ponle crema solar. En la montaña el sol pega más.
  • Vigila el tipo de mochila. Si tienes una buena mochila (el niño va "sentado" y la tela de abajo llega hasta ambas rodillas) puedes olvidarte de tiempos. En caso contrario (lo que se conoce vulgarmente como una colgona) recuerda que deberás parar un rato largo cada dos horas para no perjudicar al bebé.
  • Comprueba que vais cómodos. En alta montaña una travesía cortita pueden ser dos horas de ida y una y media de vuelta... es mucho rato para ir con una mochila que te aprieta, tira o incomoda... aseguraos de que vais cómodos. Y si tenéis dudas, consultad aquí y os informarán la mar de bien, sobretodo porque la persona con la que hablaréis prueba personalmente sus portabebés.

En la montaña.
Una vez ya estéis allí, también tenéis que tener en cuenta lo siguiente:
  • Controlad el camino. Suelen estar marcados con hitos (montañitas de roca hechas por la gente) o estacas. Has de ver el siguiente hito desde el que estás, así que si no lo ves, no te arriesgues.
  • Procurad no salir del camino. No pasa nada por salir del camino, si conocéis la zona o vais con un buen plano que sabéis interpretar. Si no es el caso, no os arriesguéis. Os estáis jugando el pasar la noche al aire libre.
  • Recoged toda la basura que generéis. Sé que es repetitivo, pero ¿os gusta ir a un sitio que está sucio? En la montaña no hay barrenderos ni basureros. Por favor, llevaros toda la porquería que generéis.
  • No capturéis animales. Está muy bien coger un bicho para mirarlo, pero liberadlo en seguida. Si os lo lleváis, cambiaréis su habitat y lo más probable es que muera. Coged los bichos para mirarlos, pero liberadlos una vez hayáis acabado.
  • No cojáis plantas. Por la misma razón. Las plantas de alta montaña no lucirán en vuestro balcón, ya que necesitan otro clima. Y esas flores tan bonitas, en media hora estarán chuchurrías. Mirad las plantas y estudiádlas, pero no las cortéis u os las llevéis.
  • No cojáis tampoco rocas o piedras. Un sitio es bonito porque tiene unas determinadas rocas o muchas piedras. Si todo el que pasa coge una, al final no habrá ninguna que admirar. Dejad las cosas como están, y de recuerdo llevaros una foto al lado de esa piedra tan chula.
  • Acostumbraros a ser silenciosos. En la montaña viven muchos animales y con el ruido se pueden asustar. Tenéis que tener presente que sois invitados en sus casas. Sed muy escrupulosos, sobretodo, con las zonas de arbustos, ya que suelen ser zonas de cría y, en caso de que la madre se asuste, os podría atacar para defender a su prole.
Estoy segura de que me dejo cosas... pero de momento tenéis una lista básica de cosas a tener en cuenta. Por favor, sed cuidadosos... que lo último que queremos ver es como os rescatan en el telediario.

Saludos excursionistas.

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